Lo de Tere viene de muy lejos, ella dice que desde pequeña su afán era que los pájaros no le tuvieran miedo, así que empezó a caminar para acercarse a ellos. De esto hace ya muchísimo tiempo, fue a los 14 años cuando descubrió que algo no muy bueno pasaba con la compra-venta de animales exóticos y lo descubrió con unos agapornis.
Viajó desde A Coruña hasta Barcelona y acaba viviendo en Sant Feliu de Llobregat, ciudad en la que planta la semilla de APAECATALUNYA hasta convertirla en el primer centro de acogida integral de animales exóticos de Cataluña. Tere define su forma de entender la protección animal como una mezcla entre un sentimiento profundo de amor por los animales con mucho de ciencia y conciencia. Su gran pasión ha sido y sigue siendo entender a los loros para mejorar su calidad de vida, algo que la mantiene en constante evolución y aprendizaje